viernes, 24 de mayo de 2013

Si Salomón levantara cabeza...


Imagen de www.blogodisea.com

Dos mujeres comparecieron ante el rey Salomón con dos bebés, uno muerto y otro vivo. Ambas mujeres afirmaban que el niño vivo les pertenecía, y decían que el muerto pertenecía a la otra. Una de ellas declaró:

-Oh señor, ambas dormíamos con nuestros hijos en la cama. Y esta mujer, en su sueño, se acostó sobre su hijo, y él murió. Luego puso su hijo muerto junto al mío mientras yo dormía, y me quitó el mío. Por la mañana vi que no era mi hijo, pero ella alega que éste es mío, y que el niño vivo es de ella. Ahora, oh rey, ordena a esta mujer que me devuelva mi hijo.

La otra mujer declaró:

-Eso no es verdad. El niño muerto le pertenece, y el niño vivo es mío, pero ella trata de arrebatármelo.

El joven rey escuchó a ambas mujeres. Al fin dijo:

-Traedme una espada.

Le trajeron una espada, y Salomón dijo:

-Empuña esta espada, corta al niño vivo en dos y dale una mitad a cada una.

Entonces una de las mujeres exclamó:

-Oh mi señor, no mates a mi hijo. Que la otra mujer se lo lleve, pero déjalo vivir.

Pero la otra mujer dijo:

-No, corta al niño en dos, y divídelo entre ambas.

Entonces Salomón declaró:

-Entregad el niño a la mujer que se opuso a que lo mataran, pues ella es la verdadera madre.

Y el pueblo se maravilló de la sabiduría de ese rey tan joven, y vio que Dios le había dado discernimiento.



Sabio Rey, Juez y persona, este Salomón. Lástima que los Jueces no tengan presente esta historia para tomar sus decisiones. Una máxima que deben tener los Jueces es ver cuál de los progenitores carece de odio, frustración e intereses personales y solo le preocupa que sus hijos puedan tener a su alcance todo el amor que una familia al completo, materna y paterna puedan aportarles. No se debe premiar al progenitor conflictivo, intransigente, carente de la habilidad de compartir, de empatizar con las necesidades de sus hijos. 

Si la tendencia humana es generalizar cualquier asunto, en materias de custodias, el argumento no debe ser si una mamá o un papá es mejor o peor para tener la custodia. El fondo de esta cuestión, el sexo de los progenitores no puede ser el motivo de estas generalizaciones, el argumento debe ser: ¿qué progenitor es el más capaz de velar para que sus hijos tengan una vida carente de conflictos (PROTEGER), muestre una mayor capacidad de dialogo con el otro progenitor (RESPONSABILIDAD) y entienda que alejar a unos hijos de su familia es un acto egoista y cruel para sus propios hijos (AMAR). 

"Una madre es una madre" pero no olvidemos que también "un padre es un padre". La cuestión es ver qué tipo de madre o padre es cada uno. Salomón premió a aquella que mostrase un verdadero acto de amor, por encima de cualquier tipo de interés. Lástima que nuestros juzgados carezcan de este tipo de planteamientos.



1 comentario:

  1. Si... tantos casos y un sistema lento, ineficiente y arcaico... Los jueces no reciben formación en asistencia o psicología familiar y se basan en peritajes hechos por "colegas" que tampoco tienen tiempo de leer y estudiar cada caso.
    No hay tiempo ni energía para contrastar, para comparar, para juzgar... Simplemente siguen el manual para no "complicarse" la vida y "agilizar" una maquinaria altamente inexacta y to'xicamente rumbrienta.
    Todo se hace mal, desde el minuto 1.

    Salomo'n, adema's de sabio, tuvo la cabeza despejada para llegar a un razonamiento lógico, una solución rápida y justa. Su lucidez probablemente fue consecuencia de su estado y capacidad mental.
    Nuestros jueves están cansados, aburridos y desvalorados.
    Lunita.

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