Las dislalias son
alteraciones en la articulación de los fonemas, su reproducción puede
modificarse por omisión, distorsión o sustitución. Cuando esta alteración está
causada por un mal funcionamiento de los órganos periféricos del habla se
denomina dislalia funcional.
Generalmente a los seis
años de edad el niño ha adquirido progresivamente el sistema fonológico.
Durante el proceso
evolutivo del habla podemos favorecer, a través del juego, el desarrollo de los
aspectos que intervienen en el mismo para prevenir posibles dislalias
funcionales.
Realizar juegos de soplo
como las burbujas de jabón para reforzar el control del soplo, favorecer la
respiración nasal para adquirir un patrón correcto de respiración, ejercitar
los órganos buco-fonadores (lengua, labios…) jugando a gesticular
exageradamente para dar destreza a sus movimientos, imitar o adivinar sonidos
onomatopéyicos para favorecer la discriminación auditiva y reproducir
secuencias de palmadas o de sonidos para estimular el ritmo en el habla son
algunas pautas que se pueden llevar a cabo durante el desarrollo del habla en
edades tempranas para prevenir posibles dislalias funcionales.
Como
anotación final debemos tener en cuenta que nosotros somos el modelo a imitar
por ellos y por lo tanto cuanto mejor articulemos al hablar mejor lo harán
ellos.
Autor: Azahara de la Mora, Logopeda.
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