Autor: Gemma Diez
Los niños
pueden reaccionar de diferente forma ante la separación o divorcio de sus
padres, y aunque la respuesta depende de muchos factores, existen dos que son
muy importantes, que son la edad del pequeño y el grado de conflicto que existe
entre los padres, por lo que es un período muy estresante para los niños.
La separación de sus padres supone una gran sorpresa para
los niños y generalmente experimentan muchos de los sentimientos que sufren los
adultos durante un tiempo largo, sintiéndose sorprendidos y confundidos al
producirse la separación,
por lo que los niños pueden sentirse preocupados por la situación e inseguros.
Algunos
niños se pueden sentir culpables, otros pueden sentirse muy enojados con alguno
o con ambos de sus padres y quieren culpar a uno de ellos. Por ello es
importante tratar de entender el drama que los niños están pasando, y tener en
cuenta sus sentimientos, aunque siempre será mejor que se desintegre la unidad
familiar, que proporcionarle a un niño un hogar infeliz y un ambiente con gran
tensión.
CÓMO SE COMPORTAN LOS NIÑOS EN LAS
DIFERENTES EDADES
Los niños no siempre se comunican con
palabras, ante la situación pueden expresarse con el comportamiento; algunos se
vuelven más retraídos, no hablando de la situación, ni del progenitor que no
está, otros en cambio, los más jóvenes, pueden llegar a ser muy pegajosos con
el progenitor que les queda, por miedo a perderlo también.
Algunos niños pueden retroceder en su
comportamiento, hablando con un lenguaje infantil o no controlando sus
esfínteres; pueden tener pesadillas, ser rebeldes, agresivos incluso con sus
padres y difíciles de manejar en ocasiones, por lo que a veces se necesitará
ayuda profesional.
DEL NACIMIENTO Y HASTA LOS DOS AÑOS
En esta etapa, los niños de esta
edad son altamente dependientes de sus padres, tanto física como emocionalmente
y la separación prolongada de sus padres, les produce una intensa
angustia emocional. En este grupo de edad, los niños se preocupan por el
progenitor ausente, con el que necesitan frecuentes períodos de contacto para
continuar con su relación.
El conflicto entre sus padres y los
cambios de hogar pueden dar lugar a un estrés
muy acusado para un niño de esta edad, y para
solventarlo, se le puede proporcionar fotos del otro padre, un juguete o una
manta especial.
DE 2.5 A 5 AÑOS
A esta edad, los niños comienzan a
ser un poco más independiente de sus padres, pero la separación puede producir
crisis importantes en sus vidas, que pueden dar lugar a shock o depresiones.
Pueden haber cambios en los hábitos de sueño, hábitos higiénicos y existir un
deterioro en las habilidades del lenguaje.
A esta edad los niños perciben el
mundo a través de diferentes procesos de pensamiento, fantaseando acerca de lo
que no entienden y son propensos a hacer las cosas a partir de episodios de su
propia experiencia. Por otra parte son muy sensibles acerca de las críticas
sobre alguno de los padres, porque las sienten como una crítica de sí mismos.
DE 5 A 8 AÑOS
En esta etapa están empezando a
ser capaces de hablar sobre sus sentimientos, porque tienen un intenso deseo de
restaurar la relación entre sus padres y quieren pasar la mayor parte del
tiempo junto a ellos. Pueden padecer problemas de conducta, y pueden tener
dificultades para expresar sus preocupaciones, siendo difícil de entender su
comportamiento.
DE 8 A 12 AÑOS
En este punto, los niños son
capaces de hablar sobre sus sentimientos, y experimentan un conflicto de
lealtad con sus progenitores, a la vez que están empezando a experimentar
el mundo fuera del círculo de su familia, empezando a participara en otras
actividades.
DE12 A 16 AÑOS
Los adolescentes son cada vez más
independientes de sus padres, y necesitan tiempo y espacio para afrontar
la separación de sus progenitores, porque si se les
presiona, reaccionan con ira y rechazo; además necesitan flexibilidad
a la hora de participar en actividades escolares y sociales.
parece mentira en el año en que vivimos que todavía, no haya asociaciones o centros, para los niños que tienen padres separados. Hablo desde la experiencia. Lo que as escrito es muy cierto. Pero en la etapa de la separacion el niño tendría que ir a un sitio donde le controlasen donde el niño se desahogase alguien que le solucionase sus problemas, no es ir al psicólogo o al psiquiatra, es alguien que allá pasado por la misma situación y que les ayude a salir adelante de ese agujero negro.Los padres en una separacion piensan egoistamente en ellos y nadie se da cuenta de los niños, por que los padres si la madre como el padre quiere quedarse con el niño , y le dan cosas buenas para que se quede a favor de uno o de otro. O en otras ocasiones el niño se queda con la madre o padre por que la otra parte se siente como que le a abandonado.tendría que aber un orientador de niños separados, antes de pasar por tantos juicios y tantas leyes... nadie nadie nadie mira por los niños al tomar las decisiones... las victimas siempre siempre siempre sera el niño ....
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